¿Qué es Mindfulness?
Mindfulness es una forma especial de observar y prestar atención de manera intencionada, al momento presente. Darnos cuenta de los pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales que surgen en nosotros en cada momento y poner intención en volver al Aquí y Ahora cada vez que nuestra mente se queda atrapada en pensamientos relacionados con el pasado o el futuro. Es en esta propia práctica donde nace el aprendizaje Mindfulness.
Sin juicios, con apertura y, sobre todo, aceptación y amabilidad. Reconociendo que lo que hay en el presente, es lo que es. La realidad despojada de todo filtro, creencias, opiniones y valores personales. Esto nos permite ser conscientes de cómo se manifiestan en nosotros pensamientos y situaciones, qué reacciones provocan y a qué comportamientos nos dirigen, favoreciendo así respuestas conscientes en lugar de reacciones impulsivas y automáticas. De esta manera podemos desarrollar conductas más equilibradas y una actitud más positiva frente a la vida, con nosotros mismos y con los demás.
Mindfulness no tiene en realidad una traducción exacta pero se han aceptado comúnmente expresiones como Atención Plena o Atención Consciente.
Las prácticas tienen sus orígenes en las enseñanzas de Buda (Siddharta Gautama) —y digo enseñanzas porque la tradición contemplativa budista en realidad no es una religión, sino más bien una tradición de pensamiento—.
Jon Kabat-Zinn fue el que introdujo el Mindfulness en Occidente, a finales de los `70, eliminando todo lo que se podría relacionar con cualquier tipo de filosofía, religión o terminología oriental haciendo la práctica compatible con cualquier creencia personal.
Responsable de dar a conocer el Mindfulness en contextos clínicos y académicos desarrolló el programa llamado Mindfulness-Based Stress Reduction—MBSR— como una intervención psico-educativa grupal en la que se entrenan diversas prácticas, destinadas a mejorar el afrontamiento de las situaciones estresantes.
Jon Kabat-Zinn es profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachussets (EEUU) donde se puso en marcha este programa y se creó la Clínica de Reducción del Estrés con intención de valorar los posibles efectos del programa en pacientes con patologías como dolor crónico, ansiedad, enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario, adicciones, etc.. Los resultados obtenidos muestran evidencia científica en aspectos relacionados con la gestión del estrés, la disminución del malestar físico, emocional y mental con el aumento del bienestar psicológico.
Gracias a estos descubrimientos, actualmente la práctica de Mindfulness se ha introducido en ámbitos sanitario y educativo, así como en contextos deportivos, empresariales y de desarrollo personal.
¿Sabías que las distracciones pueden llevarse más de dos horas de nuestro día?
Estamos viviendo en la Era del Consumismo y la Dispersión. Nuestra atención está siendo secuestrada de manera continua por estímulos externos como la televisión, internet, redes sociales y notificaciones de todo tipo de mensajes. Nos hemos acostumbrado a dirigir nuestra atención hacia el exterior para no afrontar lo que está fallando en nuestro interior.
Lo contrario a estar en el momento presente, es vivir en modo Piloto Automático. Hacer todos los días, 365 días al año, lo mismo. Día tras día y año tras año. Con los mismos pensamientos, las mismas emociones y los mismos resultados. Reaccionamos a nuestro entorno de manera automática en vez de elegir conscientemente nuestras respuestas y comportamiento.
Practicar Mindfulness de manera regular tiene muchos beneficios: a lo largo de los años la ciencia ha demostrado que cerebro y mente trabajan sinérgicamente, y a través de la neuroplasticidad, que se produce de una forma natural dentro de nosotros mismos, el cerebro puede reorganizarse mediante la formación de nuevas conexiones nerviosas o caminos.
Por ello, muchos científicos han vinculando la capacidad de nuestro cerebro de crear nuevas conexiones nerviosas a la práctica de Mindfulness y la meditación, lo que supone en última instancia la capacidad de desarrollar felicidad. Esto supondría también la disminución de la automatización de las respuestas que generamos ante el estrés o las respuestas reactivas, lo que posibilita que aprendamos a construir nuevas vías de respuesta mejorando la adaptación y permitiendo una mayor satisfacción emocional.
Por lo tanto, igual que podemos desarrollar nuestros músculos haciendo ejercicio con regularidad, nuestro cerebro puede fortalecer y crear nuevas conexiones nerviosas mediante la práctica habitual del Mindfulness y la meditación. Si hacemos esto comprobaremos como en poco tiempo tendremos resultados en nuestro día a día desarrollando beneficios tales como una disminución en las reacciones emocionales a aquello que nos causa estrés, una mayor relajación en las labores cotidianas, mayor capacidad para centrarnos en una tarea concreta, un aumento de la capacidad para adaptarnos a los cambios y por supuesto, un incremento del bienestar personal.